Gran estreno

Cada año se reproducen los mismos o similares procesos entre los nuevos internos del módulo 4 cuándo comienzan a "trabajar en el teatro", empezando por una desconfianza inicial que cede muy deprisa al transformarse en sorpresa, curiosidad y pronto una especie de gozo medio infantil ante la posibilidad de expresarse de un modo cada vez más directo e inusual que abarca muchas facetas en las que siempre está presente la conciencia, el pensamiento, la confrontación de pareceres y opiniones, también la libre expresión corporal, tan importante, que elimina barreras al tiempo que desvela perfiles desconocidos. Todo ello gratificante al aportar tantas cosas: destellos de libertad, una energía nueva, risas compartidas que los acercan físicamente y que llevan implícita la alegría de no sentirse solos y descubrir que la vulnerabilidad puede no ser peligrosa porque allí nadie la ultraja. Las rejas de la cárcel parecen ten...