Todas las personas mayores han sido niños antes. (Pero pocas lo recuerdan).
Todas las personas mayores han sido niños antes. (Pero pocas
lo recuerdan). Dice Antoine de Saint-Exupéry en el Principito.
Este martes, como si de un patio de colegio se tratase hemos
salido a jugar con botellas de agua. ¡Ojo, jugar es algo muy serio!
A pesar del calor nos hemos convertido en los mejores
lanzadores de botellas del mundo. Nadie nos gana en puntería y velocidad. ¡Que no caiga ninguna al suelo! ¡Qué nadie salga accidentado! ¡Vamos a conseguirlo!


Mucha atención para entender las reglas del juego, son
importantes para poder conseguir nuestro objetivo. Todo el mundo es importante
para llegar hasta el final. Y si algo no sale, nos reunimos, buscamos otras
opciones y volvemos a intentarlo.
Antes o después saldrá. Todos estamos en ello.
Eso sí, toda la seriedad del mundo no está reñida con risas
y más risas.
Este martes hemos vuelto a ser niños por un rato, hemos
recordado lo que eran los amigos cuando éramos niños y también cuando crecimos.
Dicen que quien tiene un amigo, tiene un tesoro. Por desgracia, no todos
sabemos lo que es tener un amigo, la vida en la cárcel y la droga nos hizo
dejar a muchos atrás. El juego nos ha convertido en amigos-cómplices por una tarde. Y a juzgar por nuestras caras a todos nos gustaría
repetir.
No era más que
un zorro semejante a cien mil otros. Pero yo le hice mi amigo y ahora es único
en el mundo.
Comentarios
Publicar un comentario