Presos con esperanza

“- Me cayeron seis años por el robo con el Arturo”

Es la frase de un personaje de la obra “Esperanzas conectadas”, una ópera original creada y representada por internos del módulo terapéutico, en la cárcel de Valdemoro, Centro Penitenciario Madrid III el pasado sábado 18 de diciembre.
Lo decía un personaje, pero algo similar podían decir, no como personajes sino como personas, varios de sus compañeros de reparto.

Entre el grupo de espectadores estaban familiares de los presos, voluntarios y voluntarias del proyecto LÓVA colaboradores habituales, junto con el director y el equipo de la prisión.
Se trataba de un estreno mundial y representación única de la obra creada íntegramente por un grupo de internos constituidos en compañía poco antes del comienzo de la pandemia.

El artículo 25.2 de la Constitución dice que “las penas privativas de libertad y las medidas de seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social”. Ese mismo artículo reconoce a los internos el derecho “al acceso a la cultura y al desarrollo integral de su personalidad”.

Esa fe en la capacidad de rehabilitación y ese derecho a la cultura y al desarrollo integral de los presos es lo que anima acciones como esta dentro de la cárcel.

Por eso, desde hace diez años, se viene celebrando por navidad en este módulo un día de familias. Ese día, los internos reciben a los suyos con una obra original, íntimamente relacionada con sus experiencias vitales, una obra en la que la realidad y la ficción se funden ofreciendo un espectáculo cargado de emotividad y verdad descarnada y en el que no faltan risas entre las lágrimas.

Cuando comenzaron a escribir su libreto estábamos en plena pandemia. Difícil sustraerse a esa realidad vivida desde un doble confinamiento. Por sus cabezas pasó la preocupación y el temor por el bienestar de sus familiares, los miles de muertos, los abuelos abandonados en las residencias con la criminal prohibición de llevarlos a los hospitales, el miedo generalizado de la población a una amenaza invisible.

Esta triste historia no podía quedar al margen y tiene su reflejo en la letra de algunas de sus canciones: “ ¡Ay, nuestro abuelo y el abuelo de tantos! / Sus historias nos hacían soñar...”. Y gran parte de la acción se desarrolla en la habitación de un hospital.

Como explicaba Borja, responsable de RR.PP a los espectadores antes de comenzar la obra, esta se titula Esperanzas Conectadas “porque todos los personajes tienen historias entrelazadas y también porque creemos que siempre debe de existir la esperanza para salir adelante, si uno se lo propone”.

Ellos, parece que se lo han propuesto y han sido capaces de mirar cara a cara al pasado, que no quieren repetir. Y esto es lo que algunos opinan de la experiencia:

Ivan

Me pilló de sopetón este proyecto, nada más llegar al módulo. Primero me propuse como escritor, luego, como faltaba gente, me pidieron ser actor. Yo estaba bastante negativo, me veía incapaz, me cuesta memorizar, soy muy nervioso... Pero a lo largo de los ensayos, a pesar de los fallos de memoria y los nervios fui mejorando y estoy contento con el resultado y también, todo hay que decirlo, aliviado. Esta obra es reflejo de mi propia vida, de ella saqué mi canción: “He pasado tanto en esta vida / y mira dónde he llegado / asaltos, sufrimiento y perdición...” A mí me ha servido esta obra mucho y espero que también les sirva a quienes la vean.

Javi

Yo llegué al módulo un miércoles y el jueves había reunión de ópera y dije: “Yo me voy”, porque no me veía haciendo teatro. Sin embargo luego me propuse como actor sin saber dónde me metía. He pasado muchos nervios, pero, como bien nos decías, luego he sentido una gran satisfacción. Tanto que si otro año estuviese aquí, (que por suerte no voy a estar, porque me iré antes en libertad) yo repetiría. Pero fuera sí que me gustaría estar en contacto con vosotros. Creo que es muy importante lo que hacéis. Recordaré siempre la canción: “ El mundo me comía, pero acabé cautivo. / Espero ser feliz y estar libre contigo”. Cuando canté eso fue el único momento que me atreví a mirar al público y señalé a mi novia. Seguro que me hace cantarla el día de la boda.

Antonio

Esta es la tercera obra en la que participo, desde 2018, y es la que más me ha gustado. Al principio he estado muy nervioso . Tuve que ponerme a hacer flexiones antes de salir para intentar tranquilizarme. Pero después del primer monólogo me tranquilicé. Han sido dos años duros de pandemia, pero en los que se ha ido creando mucha unidad en el grupo. Y esto se vio sobre todo ese día. Eso es lo que destacaría.

Omar

Yo tengo que decir que le he sacado mucho provecho a esta actividad. Aparte de que me lo he pasado bien, me he atrevido a hacer cosas, como actuar y cantar, que no había hecho en la vida. Me ha costado un esfuerzo, pero luego lo he hecho a gusto y me he divertido. También como escritor lo he pasado bien, de hecho la noche pasada ya estuve pensando en una nueva historia. No sé si se hace en otras cárceles, pero veo que es útil este trabajo, por la forma que tienes que soltarte y desinhibirse en un escenario y el esfuerzo que tienes que hacer, trabajar con otras personas y tener que llevar un proyecto común a cabo.

Cuanto más tiempo llevas en prisión más sentido tiene, porque creo que en la cárcel se pierden habilidades sociales y, para el que no las tenía, este trabajo y el contacto con los voluntarios puede ayudar mucho.
Y para reflexionar sobre la propia vida. Yo, para crear los personajes, en cada uno he puesto un poquito de mí, de mi vida y de la gente que conozco, como no podía ser de otro modo.                                   Este trabajo a mí me ha servido mucho. Creo que es muy útil dentro de la cárcel y fuera.

Borja

Para mí, personalmente, ha sido una experiencia nueva en mi vida, muy enriquecedora y gratificante. Me ha servido para perder algunos miedos, para creer que todo lo que te propones en la vida lo puedes conseguir. A algo que nunca me había gustado, como el teatro, le he visto su encanto y ha acabado gustándome. Y, lo más importante, como dije en la presentación, ha habido momentos y personas que jamás olvidaré. Gracias por esta experiencia.

Ismael

Yo he visto compañerismo, empatía dentro del grupo. Me ha gustado poder crear un producto conjunto con los compañeros y estrechar lazos. Me ha resultado satisfactorio poder recoger el fruto de tantos meses de trabajo y esto me ha provocado un refuerzo de mi autoestima, me ha generado la confianza que me faltaba en mí mismo, orgullo de lo que estoy haciendo y de lo que puedo llegar a hacer.

Pero, claro, yo nunca he actuado. Ha sido difícil y, aparte del esfuerzo que hayamos puesto cada uno, el apoyo de los voluntarios y las voluntarias ha sido fundamental. Me han ayudado a hacer cosas que yo nunca creí que podía hacer. He experimentado por mí mismo esa frase tan oída, que todo esfuerzo tiene su recompensa.

Lo más importante es ese chute de autoestima y seguridad en ti mismo. Cuando entras en la cárcel te sientes despersonalizado y te preguntas ¿quién soy? Soy lo que yo me vaya labrando. ¿Soy un drogadicto? ¿Un padre de familia? Empiezas de cero. Tienes que rehacer tu vida. Y estas

pequeñas o grandes cosas que conseguimos hacer me dan valor y afianzan mi personalidad, me hacen sentirme orgulloso de mí mismo. Así que muchas gracias por vuestra ayuda.

                                                             Fotos de Gonzalo Moles y María José Moreno